Cada día del año, hacía “la pregunta” sin recibir respuesta. Un chico enamorado ideó el plan más romántico y dedicado para sorprender a su novia y pedirle matrimonio de una forma novedosa.
Bastante arriesgado, claro, porque si la respuesta no fuera la esperada… ¡Un año de esfuerzo tirado por la borda!